No podía dormir... así que decidí escribirte desde mi corazón
Son las 3:14 a.m. Estoy envuelta en una manta, con una infusión de manzanilla en una mano y mi cuaderno en la otra. La ciudad duerme, pero mi alma está despierta. No pude dormir esta madrugada, y sentí el impulso de escribirte. Porque quizás tú también has tenido noches así: donde todo está en silencio, menos tu mente.
Y aunque mi parte capricorniana normalmente querría estar durmiendo y "ser productiva" mañana, hoy elegí honrar este insomnio como una oportunidad para escuchar lo que mi alma quiere decirme.
A veces el alma no duerme porque necesita hablar
He aprendido que muchas veces, el cuerpo no puede descansar cuando el alma guarda cosas sin expresar. Emociones no procesadas. Ideas sin aterrizar. Duelos silenciosos. Sueños que tocan la puerta suavecito, como diciendo: "¿Todavía me recuerdas?".
Esta madrugada me sentí inquieta. No sabía por qué. Así que abrí mi cuaderno y comencé a escribir, sin juicio, sin filtro. Y entre esas páginas me reencontré conmigo misma.
Reflexiones de una noche en vela
-
No todo se resuelve con acción. A veces, el descanso es la respuesta.
-
Escuchar es una forma de amar. Esta noche me escuché. Y me sentí acompañada por mí misma.
-
La fe también se practica en la oscuridad. Porque confiar no es fácil cuando no ves el camino. Pero ahí es donde la magia ocurre.
Te escribo porque sé que no estoy sola
Tal vez tú también estás pasando por un momento en el que las dudas visitan tu almohada. En el que las metas se sienten lejanas o el corazón está lleno de preguntas. Y quiero que sepas algo:
Está bien sentir. Está bien pausar. Está bien no tener todas las respuestas.
Lo importante es volver a ti. Y una de las formas más hermosas que he encontrado para hacerlo es escribir de noche, sin estructura, con el alma desnuda.
¿Has probado escribir tus pensamientos nocturnos?
Es diferente. Es como si la noche sacara las capas que en el día usamos para protegernos. Lo que aparece en el journaling nocturno tiene una verdad cruda, honesta. No escribimos para que nos lean, sino para liberarnos.
Algunas preguntas que puedes hacerte en esas noches sin sueño:
-
¿Qué me está queriendo decir este insomnio?
-
¿Qué emociones estoy reprimiendo durante el día?
-
¿Qué deseo profundamente que me da miedo admitir?
-
¿Qué parte de mí necesita ser abrazada ahora?
Quiero recomendarte algo muy personal. Cuando no puedo dormir, recurro a mi herramienta de anclaje: el Cuaderno Digital You Got This.
En esas noches, abro su sección de journaling intuitivo y dejo que mi alma escriba sin censura. A veces descubro verdades que habían estado escondidas bajo el ruido diario. Me ayuda a calmar la mente y a volver al corazón.
→ Consíguelo aquí y empieza a convertir tus noches de insomnio en espacios de sanación.
Ya es casi de madrugada. Y aunque el sueño sigue sin llegar, la paz interna sí lo hizo. Gracias por leerme. Gracias por estar.
Te abrazo desde esta noche estrellada,
Bárbara